Los trastornos de la articulación temporomandibular, también conocida comúnmente como ATM, afectan a unos 10 millones de estadounidenses. La afección afecta a las mujeres con más frecuencia que a los hombres. Los trastornos de la ATM incluyen una variedad de afecciones y síntomas que incluyen dolor muscular, dolor en las articulaciones, chasquidos, bloqueo articular ocasional, pérdida del rango de movimiento de las articulaciones, dolor de cabeza y dificultad para comer.
La ATM conecta la mandíbula inferior con la superior. Cuando la boca está abierta, la mandíbula inferior se desliza hacia abajo sobre un disco articular, que proporciona una superficie de deslizamiento suave y absorción de impactos. Ocasionalmente, este disco puede desprenderse, provocando chasquidos o bloqueos repetidos de la articulación. Los ligamentos que rodean la ATM pueden inflamarse, restringiendo así el movimiento de las articulaciones y provocando dolor.
La ATM puede desarrollar cambios osteoartríticos, lo que resulta en dolor, pérdida de movimiento y crepitación articular (rechinar las articulaciones). Los músculos implicados en la masticación pueden volverse dolorosos y desarrollar puntos gatillo, lo que provoca dolor miofascial difuso y sensibilidad al tacto. Estos síntomas pueden volverse crónicos y afectar significativamente la calidad de vida.
Los síntomas suelen tratarse inicialmente con protectores contra mordidas, que a menudo tienen una eficacia marginal. La ATM está influenciada en gran medida por anomalías posturales de la columna cervical y torácica. La mala postura es un factor importante que contribuye al dolor y la disfunción de la ATM. La postura de la cabeza hacia adelante puede provocar un desequilibrio muscular y una tensión anormal de los músculos cervicales y faciales. La pérdida del movimiento normal de las articulaciones de la columna cervical y torácica también puede provocar tensión muscular y dolor miofascial. Si estas condiciones no se abordan, las posibilidades de un tratamiento exitoso disminuyen significativamente.
Los fisioterapeutas están capacitados en la evaluación y tratamiento de la ATM. Las restricciones articulares de la columna se pueden abordar con técnicas de manipulación o movilización manual. El dolor miofascial y los puntos gatillo se pueden abordar mediante la movilización de tejidos blandos, incluida la punción seca.
Los ejercicios son eficaces para corregir la postura y los desequilibrios musculares al tiempo que mejoran la resistencia y la fuerza para mejorar la función. Esto incluye ejercicios AROM e instrucción en técnicas de automovilización de la ATM.
La movilización manual directa a la ATM puede mejorar el deslizamiento de las articulaciones, disminuir el chasquido y el bloqueo de las articulaciones y mejorar el ROM de la ATM para disminuir el dolor y mejorar la alimentación. La movilización manual directa también puede restaurar la flexibilidad de la cápsula articular (ligamentos) cuando la capsulitis causa dolor articular y restricción del ROM.
La fisioterapia ofrece opciones de tratamiento alternativas y más directas para quienes padecen disfunción de la ATM. Las mejoras a menudo ocurren dentro de los primeros tratamientos, dependiendo de la gravedad de la afección, pero lo que es más importante, permite al individuo aprender técnicas para manejar la afección de manera más independiente.
Si busca alivio de la ATM, comuníquese con su centro de salud más cercano. clínica de estribaciones y lo programaremos con uno de nuestros especialistas en fisioterapia de ATM.