Poder salir al campo de golf y jugar un juego consistente es el objetivo de muchos golfistas. Sin embargo, hay varios problemas que enfrentan los golfistas aficionados que pueden afectar su juego de golf. Si su cuerpo no está preparado adecuadamente cuando comienza la temporada, podría golpear la pelota de manera inadecuada, lo que a menudo provoca lesiones, peor rendimiento y mayor frustración; no es una buena receta para disfrutar de este popular deporte.
Los problemas comunes incluyen equilibrio y postura deficientes, mala postura y disminución del movimiento del cuello, los omóplatos, la parte media de la espalda y las caderas. Los golfistas con tensión muscular, restricción articular o mala mecánica corporal pueden tener dificultades para ejecutar sus swings de golf de manera consistente. Un plan integrado de evaluación y tratamiento puede ayudarle a maximizar su capacidad para transferir energía a través de su cuerpo y al palo con mayor eficiencia y velocidad. Un fisioterapeuta le proporcionará y guiará a través de ejercicios diseñados específicamente para:
- Mejorar la movilidad de todas las articulaciones (p. ej., cuello, hombros, espalda). La movilidad limitada podría afectar su swing.
- Mejore la flexibilidad de las caderas y la musculatura de los hombros, ya que ambos son fundamentales para el seguimiento y el backswing.
- Mejore el equilibrio dinámico y desarrolle un plan de mejora para mejorar el seguimiento del tiro. Un control deficiente de la musculatura de la cadera, el abdomen y la cadera podría hacer que termines tu swing sin equilibrio.
- Mejorar la fuerza central, que es la base de un buen swing de golf.
Un swing de golf es un movimiento complejo y multidimensional en el que muchas partes del cuerpo trabajan en conjunto. Si falta un aspecto de tu forma, otras áreas de tu cuerpo comenzarán a compensarlo y esto podría llevar al desarrollo de malos hábitos o posibles lesiones. La base de un buen juego de golf es tener un swing fuerte y constante. Las fallas en el swing se manifiestan con mayor frecuencia como una mala forma al ejecutar el backswing y el downswing, o al completar el seguimiento. Con el tiempo, los golfistas pueden desarrollar lesiones o empeorar lesiones preexistentes en el cuello, los hombros, la espalda, la mano, la muñeca o el codo.
Un fisioterapeuta puede ayudar a los golfistas a lograr una biomecánica y un movimiento corporal adecuados para prevenir lesiones, eliminar el dolor de una lesión existente y/o mejorar su juego y su nivel de consistencia. Su fisioterapeuta le ayudará a personalizar un programa de rehabilitación para:
- Identifique los desafíos biomecánicos que impiden su máximo rendimiento en el golf.
- Cree un plan de tratamiento para abordar el déficit que está afectando su juego de golf.
- Proporcionar terapia manual para disminuir el dolor y acelerar la curación de cualquier lesión actual.
- Proporcionar ejercicios terapéuticos para lograr la recuperación y prevención de lesiones a largo plazo.
Con más de 11 millones de rondas de golf jugadas anualmente en Arizona en sus 350 campos, y una temperatura promedio de 72 °C junto con 300 días de sol, no es de extrañar que el estado del Gran Cañón sea uno de los destinos de golf más populares.
Si usted es un ávido golfista o alguien que se pone los clavos sólo un par de veces al año, la fisioterapia puede promover una condición física óptima para mejorar su rendimiento y prevenir lesiones relacionadas con el golf. Agendar una cita de trabajo hoy para ayudarte a aprovechar al máximo tu pasatiempo.