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Manejo de sus síntomas de fibromialgia

Si siente dolor después de una lesión, la razón detrás del dolor es bastante lógica: existe una relación de causa y efecto que se puede observar claramente. Pero en algunos casos, como en el síndrome de fibromialgia (FMS), el origen del dolor no es nada obvio. El Colegio Americano de Reumatología define el FMS como la presencia de dolor generalizado que ha estado presente durante al menos 3 meses, y sensibilidad al presionar en al menos 11 de 18 sitios en todo el cuerpo. Durante muchos años, FMS ha suscitado considerables debates y controversias. ¿Qué significa realmente la definición precisa de esta afección para los pacientes y por qué les importaría si lo único que saben es que sienten dolor? Debido al misterioso inicio del FMS, es seguro decir que hay un buen número de personas que no han sido diagnosticadas ni han recibido el tratamiento adecuado para esta afección.
Al igual que el tratamiento para muchos trastornos de dolor musculoesquelético, el tratamiento óptimo para la FMS incluye un programa de ejercicio terapéutico avanzado de actividad física. Debido a que el FMS puede afectar en gran medida las capacidades físicas y mentales, en muchos casos también se necesita un manejo farmacológico adecuado. Los síntomas pueden incluir cualquiera de los siguientes:

  • Dolor y rigidez matinal.
  • Articulaciones inflamadas
  • Disfunción temporomandibular (ATM)
  • Entumecimiento de las extremidades o la cara.
  • Sindrome de la pierna inquieta
  • Calambres en piernas y pies
  • Aumento de peso
  • Fiebre baja
  • Inmunidad reducida a las infecciones.
  • Sudores nocturnos
  • Sensibilidad a los cambios de temperatura.

El FMS también puede tener un impacto grave en la salud mental. Puede provocar fatiga abrumadora, irritabilidad, apatía, problemas de memoria y concentración, insomnio o sueño no reparador, ansiedad, depresión e incluso pensamientos suicidas.
Con tantos síntomas diferentes, puede resultar difícil y abrumador para las personas idear un plan de atención adecuado. Dicho esto, hay una gran cantidad de investigaciones disponibles para respaldar el uso de programas de fortalecimiento y programas aeróbicos en los tratamientos, junto con educación sobre FMS, para ayudar a los pacientes a controlar los síntomas y disfrutar de una mayor calidad de vida. El ejercicio regular puede aumentar las endorfinas del cuerpo, disminuir el estrés y mejorar los niveles de energía, la flexibilidad y la fuerza. Otros beneficios pueden incluir una disminución del estrés mental y un menor riesgo de ansiedad y depresión.
Los tipos de ejercicio que se ha demostrado que tratan los síntomas crónicos incluyen:

  • Ejercicio aeróbico, que no sea de impacto, de baja resistencia y con muchas repeticiones, como por ejemplo:
    • ejercicios en piscina
    • Caminatas rápidas
    • Montar bicicleta
    • Tai Chi
  • Entrenamiento de flexibilidad y fuerza de baja resistencia en los siguientes grupos musculares:
    • trapecio superior
    • elevador de la escápula
    • Escalenos
    • Pectorales
    • Cuadríceps
    • Isquiotibiales
    • Glúteo mayor

Los pacientes con FMS tienen hasta 18 puntos sensibles, por lo que el entrenamiento generalmente debe abordar muchas áreas diferentes del cuerpo. Al igual que con cualquier programa de ejercicios, asegúrese de que su entrenamiento se adapte a sus necesidades individuales antes de comenzar un nuevo régimen.
El ejercicio físico no es el único componente importante para controlar el dolor crónico debido a la FMS. Dos claves importantes para la atención general incluyen las actividades de establecimiento de objetivos y el ritmo. Las metas deben ser realistas y significativas. Deben ser específicos y no un objetivo general de experimentar cero dolor. El enfoque inicial podría ser objetivos de estilo de vida, como viajar para visitar a familiares o amigos. Si comienza por presionarse demasiado para lograr metas difíciles o imposibles, es posible que se desanime rápidamente. Tener una serie de objetivos más pequeños pero significativos le ayudará a continuar en el camino hacia la recuperación. El ritmo también es increíblemente importante, y los pacientes deben recordar establecer las tareas de manera gradual para que puedan desarrollar confianza y tolerancia a lo largo del camino. Recuerde, demasiada inactividad puede ser debilitante y provocar más dolor; sin embargo, exagerar puede ser igualmente dañino.
Como fisioterapeutas, estamos capacitados para evaluar, evaluar e implementar adecuadamente un plan terapéutico de atención adecuado que pueda incorporar todas las facetas de las actividades físicas necesarias para aliviar los síntomas del FMS. Con la ayuda de profesionales capacitados, los planes de atención se pueden organizar y adaptar adecuadamente a las necesidades de cada individuo, y se pueden establecer objetivos realistas para que, en última instancia, pueda mejorar su calidad de vida. Si tiene más preguntas sobre la fibromialgia y el PT, contacta a tu ¡Clínica local de fisioterapia de medicina deportiva de Foothills hoy!
 

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