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La dieta antiinflamatoria: por qué debería importarle y cómo empezar

Empecé a leer el libro “Anticancerígeno: una nueva forma de vida” y realmente me fascinó lo que estaba leyendo sobre una dieta antiinflamatoria. Pronto comencé a explorar Internet en busca de más información sobre las propiedades curativas de los alimentos y cómo se podría incorporar la dieta a los tratamientos de fisioterapia.
La inflamación… ¿es buena o mala para nosotros? Bueno, la respuesta es ambas.
Nuestro sistema inmunológico recibe una alerta cuando el cuerpo reconoce un cuerpo extraño, como una sustancia química, un alérgeno o un microbio invasor, y se desencadena el proceso inflamatorio para combatir a estos invasores. Estos ataques de inflamación, que están dirigidos a estos invasores verdaderamente amenazantes, son necesarios para proteger nuestra salud en general.
Sin embargo, la inflamación persistente que continúa ocurriendo día tras día sin ninguna amenaza real puede volverse problemática y tener consecuencias graves.
La inflamación crónica puede conducir al desarrollo de enfermedades importantes, como diabetes, cáncer, enfermedades cardíacas, Alzheimer y artritis; sin embargo, es posible que su desarrollo y sus efectos no se sientan hasta años después. Esta inflamación crónica puede deberse a los alimentos inflamatorios que comemos, así como al estrés y la inactividad.
Los alimentos inflamatorios, como probablemente no le sorprenda escuchar, incluyen los siguientes:

  • Refrescos u otras bebidas azucaradas
  • Comida frita
  • Carnes procesadas como hot dogs o salchichas.
  • Carbohidratos refinados como pan blanco, bollería y productos con harina blanca.
  • Carnes rojas de animales industrializados alimentados con maíz y/o soja, así como con margarina/manteca de cerdo.

Una de las herramientas más poderosas y sencillas para combatir la inflamación son ciertos alimentos. Estos alimentos antiinflamatorios tienen un alto contenido de antioxidantes naturales y polifenoles, que son compuestos protectores que se encuentran en las plantas.
Los alimentos antiinflamatorios incluyen:

  • Pescado graso como el salmón (capturado en el medio silvestre o de piscifactoría)
  • Aceites como el aceite de oliva virgen extra, el aceite de linaza y el aceite de canola.
  • Verduras de hojas verdes como brócoli, col rizada y espinacas.
  • Frutas como arándanos, fresas y cerezas.
  • Frutos secos como almendras y nueces.

Los alimentos mencionados anteriormente se encuentran en la dieta mediterránea. Una dieta mediterránea es un plan de alimentación que sigue de cerca los principios de la alimentación antiinflamatoria. Esta dieta es rica en frutas, verduras, nueces, cereales integrales, pescado y aceites saludables. Como puedes ver, esta lista no incluye alimentos procesados ni refinados y es más natural.
Avanzar hacia una dieta antiinflamatoria es clave para la salud a largo plazo.
Según el Dr. Fung de Endocrine Web, “probablemente el punto más importante a recordar es que, si bien la dieta mediterránea refleja un enfoque alimentario saludable, el objetivo más importante es encontrar un plan de alimentación preciso que funcione mejor para usted; uno con el que puedas seguir (más o menos) día tras día”.
Para realizar algunos cambios sencillos, considere cambiar algunos de estos alimentos:

  • Cambie la harina blanca por harina multigrano para hornear
  • Cambiar la carne roja de animales criados industrializados por carne orgánica procedente de animales alimentados con pasto
  • Cambie los refrescos por agua con sabor natural a limón o pepino o pruebe el té verde
  • Cambie mermeladas, jaleas o frutas en almíbar por frutas en su estado natural.
  • Cambie las papas fritas o patatas por verduras como brócoli, champiñones, col rizada, espinacas o batatas.
  • Cambie el pan blanco por pan integral o de masa madre
  • Use aceite de oliva o aceite de linaza para cocinar en lugar de manteca de cerdo, margarina o aceite de girasol.

Al realizar pequeños cambios, puede obtener los beneficios de reducir la inflamación y, por lo tanto, reducir el riesgo de desarrollar enfermedades importantes. Llevar una dieta antiinflamatoria que se centre en comer alimentos en su estado natural (no procesados) puede tener enormes beneficios para la salud.
Si está interesado en el papel que puede desempeñar la dieta antiinflamatoria en su plan de tratamiento de fisioterapia, comuníquese con uno de nuestros clínicas convenientemente ubicadas.

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