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Medicina regenerativa: trabajar con lo que tenemos

En El mago de Oz, el Hombre de Hojalata cantaba sobre su deseo de tener un corazón y el Espantapájaros de un cerebro. Buscaron a lo largo de Yellow Brick Road para encontrar los órganos perdidos. Como descubrieron estos dos personajes, la respuesta para reemplazar o restaurar tejidos biológicos se puede encontrar dentro de uno mismo.
En realidad, se están explorando células madre y otros materiales recolectados biológicamente como opciones de tratamiento para regenerar tejido humano deteriorado o no funcional. La terapia regenerativa, aunque todavía experimental, se utiliza para tratar afecciones como insuficiencia cardíaca, trastornos neurológicos (enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple), problemas ortopédicos e incluso cáncer.
Hay muchas preguntas e inquietudes en torno a este enfoque bastante nuevo y aún controvertido. Mi objetivo es responder algunas de estas preguntas: ¿Cómo funciona? ¿Es efectivo? ¿Cuáles son los riesgos? ¿Cómo puede la fisioterapia ayudar en la recuperación? ¿Es posible acabar con poderes sobrehumanos? ¿Puedo clonar a mi perro favorito?
El (¡increíble!) cuerpo se cura a sí mismo en cuatro etapas superpuestas: hemostasia, inflamación, proliferación y maduración. La breve y sencilla descripción de este proceso es la siguiente. Las plaquetas desempeñan un papel crucial en la formación de coágulos durante la hemostasia. La etapa inflamatoria se caracteriza por el desbridamiento del tejido lesionado. El crecimiento de tejido nuevo se produce mediante epitelización, fibroplasia y angiogénesis durante la fase proliferativa.
Mientras tanto, se forma tejido de granulación y la herida comienza a contraerse. Y finalmente, durante la fase de maduración, el colágeno forma enlaces cruzados estrechos y aumenta la resistencia a la tracción de la cicatriz. Se están investigando terapias celulares para potenciar el potencial regenerativo y aumentar la fisiología del cuerpo de forma natural o mediante bioingeniería. Estos tratamientos incluyen proloterapia, plasma rico en plaquetas (PRP) y terapia con células madre mesenquimales.
La proloterapia introduce un agente irritante en el tejido patológico para promover una respuesta curativa. Se desconoce el mecanismo exacto, pero estos irritantes parecen desencadenar una cascada inflamatoria que conduce a la proliferación de fibroblastos y al depósito de colágeno. En la proloterapia se utilizan habitualmente tres soluciones: D-glucosa (dextrosa), fenol-glucosa-glicerina (P2G) y morruato de sodio.
No existe un protocolo real y la cantidad, dosis y concentración de las soluciones varían. Muchos médicos utilizan su criterio y su intuición dependiendo de la gravedad y el tamaño de la lesión. La naturaleza de la solución es provocar una inflamación local, que puede provocar dolor y malestar que duran desde 24 horas hasta una semana. Hay pocos ensayos de calidad realizados en humanos que puedan construir un caso sólido para la proloterapia; sin embargo, se ha demostrado que es un tratamiento eficaz para las lesiones deportivas, incluida la tendinosis de Aquiles, la fascitis plantar y la epicondilitis lateral.
El plasma rico en plaquetas es una concentración más alta de las plaquetas de la sangre del paciente que se condensan mediante centrifugación. Las plaquetas participan en la formación de coágulos sanguíneos y en la modulación de la inflamación y la curación. Los estudios han demostrado que las inyecciones de PRP han mejorado la función y disminuido el dolor en diversas lesiones, incluidas la tendinosis del codo, la muñeca, el hombro, la cadera, la rodilla y el tobillo. Los efectos secundarios de las inyecciones son limitados ya que el paciente usa su propia sangre, a la que no debería reaccionar. Se necesita cierto reposo relativo inmediatamente después del procedimiento. La dosis varía, pero generalmente se recomiendan hasta tres inyecciones dentro de un período de seis meses.
El área más reciente de la medicina regenerativa que se está explorando es el uso de células madre mesenquimales. Las células madre son células no programadas que tienen la capacidad de diferenciarse en otros tipos de células, reemplazando a las células enfermas o dañadas. Los científicos se están alejando del controvertido uso de células madre embrionarias y, en cambio, las están recolectando de las propias células madre adultas del paciente. Estas células madre están disponibles en varios tejidos, incluidos la sangre, el tejido adiposo, la médula ósea y el tejido sinovial.
La literatura que respalda las terapias con células madre para afecciones ortopédicas es limitada y consiste principalmente en estudios en animales y evidencia de bajo nivel. Estos estudios indican que se pueden observar mejoras en pacientes con osteoartritis, desgarros de menisco y desgarros del manguito rotador; sin embargo, no se pueden sacar conclusiones confiables. Se están investigando tratamientos para todos los diagnósticos y el futuro tiene un gran potencial. Actualmente, están utilizando células madre para encontrar una cura para el cáncer, células madre productoras de dopamina para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, células de la retina para curar la ceguera y células productoras de insulina para la diabetes tipo I. ¡Guau!
Se ha demostrado que la actividad física es una de las herramientas más poderosas de la medicina regenerativa y se pueden lograr máximos beneficios cuando se aplica simultáneamente con estos tratamientos. Para los pacientes que se han sometido a estos procedimientos, es importante tener en cuenta cómo los diferentes tratamientos pueden afectar los tiempos de curación.
Antes de estos procedimientos, la fisioterapia puede mantener la amplitud de movimiento, disminuir el dolor y la inflamación y restaurar la biomecánica alterada. Se ha demostrado que las modalidades de fisioterapia, incluida la estimulación eléctrica neuromuscular en combinación con trasplantes de células madre, mejoran la capacidad de generación de fuerza del músculo esquelético lesionado en comparación con la terapia con células madre sola.
Como fisioterapeutas, sabemos cómo combinar el descanso, la carga biomecánica y la movilización de tejidos a lo largo de las etapas de curación, con el objetivo de recuperar la máxima función. Si bien los avances en el campo de la medicina se están logrando a un ritmo sorprendentemente rápido, es posible que aún falten varios años para la tecnología necesaria para clonar a su perro favorito o adquirir poderes sobrehumanos.
Es posible que el Espantapájaros y el Hombre de Hojalata no tengan que viajar a través del arcoíris para encontrar un nuevo corazón o cerebro. Depende de los proveedores de atención médica, como médicos y profesionales de fisioterapia, reconocer estos próximos tratamientos y educar y guiar a los pacientes en sus opciones de atención médica. Habla con tu Foothills local Medicina deportiva Fisioterapia experto sobre cómo algunos de estos tratamientos pueden beneficiarle.
 
Referencia:
Malanga, G. y Nakamura, R. (2014). El papel de la medicina regenerativa en el tratamiento de las lesiones deportivas. Clínicas de Medicina Física y Rehabilitación de América del Norte, 25(4), 881-895. doi:10.1016/j.pmr.2014.06.007

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