Todos los que viven en Phoenix saben lo congestionadas que se vuelven nuestras calles cuando ocurre un accidente automovilístico. Los conductores reducen la velocidad y en algunos puntos se detienen debido al factor curiosidad. Pero, ¿alguien pasa alguna vez por esos accidentes pensando: 'bueno, esa persona va a necesitar fisioterapia'? La gente no lo hace, pero probablemente debería hacerlo.
Según ADOT, en 2017, hubo un total de 126.845 accidentes que involucraron vehículos. De ellos, se reportaron 56.636 heridos. Esto equivale a unas 155 personas lesionadas en accidentes automovilísticos cada día. Además, el número de colisiones está aumentando. Después de un accidente automovilístico (AVM) es importante recibir atención médica oportuna. De esa manera, algo tan “simple” como el dolor agudo de cuello no se convierte en un impedimento crónico.
Los antiguos tratamientos para las lesiones relacionadas con la MVA eran descansar mucho, tomar analgésicos recetados, tratar con modalidades como calor o hielo y usar un collarín para aquellos con latigazo cervical. Si bien estos son aspectos importantes de la curación, estas medidas son curitas; no abordan el origen del dolor. Hoy en día, esa filosofía ha dado un giro de 180 grados con una sobreabundancia de investigaciones que concluyen que la actividad y la intervención temprana de la fisioterapia son vitales para la recuperación a corto y largo plazo.
El tratamiento de fisioterapia después de una lesión por un accidente ayuda en gran medida a reducir el dolor, minimizar la rigidez de las articulaciones y restaurar el rango completo de movimiento de las partes del cuerpo afectadas. No todos los tipos, gravedad y ubicación de lesiones son iguales ni aparecen inmediatamente después del accidente. La aparición de algunas lesiones puede ocurrir desde días hasta incluso meses después del accidente. La gravedad de los problemas puede depender de numerosos factores, como:
- Uso del cinturón de seguridad
- Ángulo de colisión (frontal, lateral o trasera)
- Velocidad del choque
- Despliegue de bolsas de aire
- Dirección hacia la que miraba la persona lesionada (hacia adelante o hacia los lados)
Las deficiencias/lesiones más comunes observadas durante la intervención de fisioterapia debido a MVA son:
- Lesiones de cuello/hombro por latigazo cervical
- Lesiones lumbares
- Lesiones de tejidos blandos
- Entumecimiento/hormigueo, debilidad
- Mareos/dolores de cabeza
Para mejorar la movilidad general y mejorar la fuerza postural necesaria para la curación adecuada de los tejidos blandos y la reducción de la irritación de los nervios, sería importante realizar estos cinco ejercicios fundamentales:
- Estiramiento del trapecio superior y elevador de la escápula: realice tres repeticiones para ambos estiramientos, manteniendo durante treinta segundos
- Rotaciones del tronco inferior: realice quince repeticiones en cada dirección, manteniendo durante cinco segundos en cada dirección
- Estiramientos de isquiotibiales: realice tres repeticiones para ambas piernas, mantenga cada repetición durante treinta segundos
- Inclinaciones pélvicas posteriores: realice veinte repeticiones, mantenga cada repetición durante cinco segundos
- Activación del flexor profundo del cuello: realice veinte repeticiones, mantenga cada repetición durante cinco segundos
No todas las lesiones son iguales y estos ejercicios anteriores deben utilizarse junto con la fisioterapia, ya que esto permitirá que el proceso de curación se produzca de manera óptima. En última instancia, es vital restaurar la función y permitirse volver a la vida cotidiana sin dolor. Las medidas de alivio temporal no son la solución y no abordan el tejido/músculo dañado ni las articulaciones disfuncionales. Por lo tanto, la intervención temprana de fisioterapia permitirá obtener el mejor resultado posible después de sufrir un accidente automovilístico. Si recientemente ha sufrido un accidente y siente dolor, agendar una cita de trabajo con nosotros.
