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Las conmociones cerebrales y los niños: lo que necesita saber

Las conmociones cerebrales en los deportes, particularmente en el fútbol y el fútbol, han recibido más atención en los últimos años. Los estudios han informado que la prevalencia de conmociones cerebrales cada año en niños es 1,1 a 1,9 millones. En Foothills, nuestros especialistas en medicina deportiva suelen trabajar con atletas jóvenes que han sufrido conmociones cerebrales. Es extremadamente importante trabajar con el personal del campo médico después de una conmoción cerebral para asegurarse de que la afección no empeore.
Más estudios muestran que las conmociones cerebrales no detectadas o no tratadas pueden provocar efectos neurológicos y perjudiciales a largo plazo, como pérdida de memoria, demencia y Alzheimer; por lo tanto, existe una creciente preocupación por proteger y mantener seguros a nuestros atletas. Los entrenadores, padres y atletas deben estar informados y saber cómo reconocer una conmoción cerebral y sus síntomas, así como comprender el curso adecuado de evaluación, tratamiento y regreso al deporte.
Aquí hay algunos datos importantes que debe saber sobre las conmociones cerebrales.
1) Para sufrir una conmoción cerebral, no es necesario golpearse la cabeza. En cambio, su cuerpo puede hacer contacto con el suelo o con otro jugador y la cabeza/cuello puede moverse rápidamente hacia adelante y hacia atrás, lo que se conoce como lesión por latigazo cervical.
2) Muchas veces, un atleta no presentará síntomas durante 48 a 72 horas después.
3) Los síntomas pueden ser físicos, cognitivos, emocionales y conductuales.
4) Los signos y síntomas comunes incluyen mareos, visión borrosa, fácilmente irritable, sensación de nerviosismo, olvido/pérdida de memoria, dolores de cabeza, dificultad para concentrarse, confusión fácil, fatiga y náuseas.
5) Las exploraciones MRI/CT no diagnosticarán una conmoción cerebral porque los cambios ocurren a nivel celular.
6) Los deportes que requieren cascos no previenen las conmociones cerebrales, pero pueden proteger la cabeza y, con suerte, reducir el riesgo de conmociones cerebrales. Sin embargo, los cascos deben ajustarse adecuadamente para que sean más eficaces.
¿Qué debe hacer si cree que usted o su hijo/atleta han sufrido una conmoción cerebral?
El primer paso es buscar atención médica. Un profesional de la salud con experiencia en el manejo de conmociones cerebrales podrá determinar la gravedad de la conmoción cerebral, si se necesita atención médica adicional y cuándo su hijo puede regresar a la escuela y a las actividades relacionadas con el deporte. Un entrenador deportivo escolar o un médico serían las primeras opciones para evaluar a su joven atleta.
Esté alerta al empeoramiento de los síntomas en los primeros 1 a 2 días después de la conmoción cerebral y busque atención médica inmediata si se presentan los siguientes síntomas: pérdida del conocimiento, vómitos repetidos, dolor de cabeza intenso que se intensifica y dura más, se vuelve muy confuso, arrastra las palabras. habla, convulsiones, dificultad para despertarse o cualquier cambio repentino o inusual en el comportamiento o la función cognitiva.
Para ayudar a su hijo después de una conmoción cerebral, será importante asegurarse de que sepa qué esperar. Se recuperarán, pero será una progresión lenta y gradual que puede tardar de 2 a 3 semanas o más. Cuando los niños comprendan qué esperar y reciban educación sobre la recuperación, mejorarán más rápidamente.
Además, informe a los hermanos, entrenadores y maestros que su hijo ha sufrido una conmoción cerebral para que puedan ayudarlo en la recuperación. Es posible que su hijo no pueda regresar a la escuela de inmediato, que sus tareas escolares le lleven más tiempo de lo habitual y que necesite descansos más frecuentes. Es importante tomarse las cosas con calma con las actividades físicas y escolares porque el cerebro necesita tiempo para sanar. Si su hijo regresa a la escuela demasiado rápido, sus síntomas pueden exacerbarse o causar nuevos síntomas.
Después de una conmoción cerebral, la mayoría de los estudios muestran que un atleta debe dejar de practicar y hacer ejercicio durante al menos una semana para permitir que el cerebro descanse y se recupere, y este período puede ser más prolongado si los síntomas persisten. Una vez que los síntomas desaparecen después de al menos una semana de descanso, el atleta puede reintroducir gradualmente el ejercicio sin contacto siempre que los síntomas no vuelvan a ocurrir. Los atletas que han sufrido una conmoción cerebral previa pueden tardar más en resolver los síntomas y, por lo tanto, estarán fuera de juego durante un período de tiempo más largo.
Un enfoque de tratamiento integral, que involucre a médicos, padres, entrenadores, preparadores deportivos y fisioterapeutas, es esencial para que el atleta vuelva a practicar deportes de manera segura. En Arizona, ahora se requiere que un atleta juvenil tenga una autorización escrita de un proveedor de atención médica para volver a jugar si el grupo u organización privada utiliza una instalación deportiva escolar.
El diagnóstico y tratamiento de las conmociones cerebrales ha recibido una atención cada vez mayor a lo largo de los años debido a los posibles efectos neurológicos a largo plazo. Dado que los síntomas de una conmoción cerebral pueden ser físicos, emocionales, cognitivos o conductuales, es importante reconocer los signos y buscar atención médica de inmediato.
Si usted o su hijo atleta creen que ha sufrido una conmoción cerebral, lo mejor es buscar atención médica. El cerebro necesita tiempo para recuperarse, así que asegúrese de que su atleta regrese gradualmente a la escuela, al trabajo y a las actividades relacionadas con el deporte. Cuando sea seguro volver al acondicionamiento, uno de nuestros especialistas en medicina deportiva puede ayudar a su atleta a regresar a su deporte de manera segura. Contáctenos para agendar una cita de trabajo.

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